descansar en altura

Brazos de serpiente muerta
piernas de roca
la montanísima noche nos refugia.
murmullo de de arrollo
cuerpos de bosque
música de alerces bailando

Agua de vertiente,
viene a descansar a la orilla,
llename de exquisita vida.

de sentir

El fulgor de los pensamientos

otra vez, te inquietan

te ves con la necesidad

de gritarle al viento

de moverte en algún sentido.

De festejar el momento

por más mísero que sea.

De sentir el latido de aquellos

que laten con vos.

Gozar de lo mínimo,

es la forma de combatir

el constante desgaste

de vivir entre el odio.

Comprender el citomorfos

Listemia karmaboicoteada por el libofanrico vermut que tiñe de asalastras marinas y filamentos sulántridos  de esternón de mamut. Todo aparente es forma, y la forma es cuerpo. Entre los destellos de las glándulas subacomplejadas de la piel se forman crédulos minoscritos cargados de fehacientes verdades de botánica y metafísica.

Ayer te soñé, y olías a perlas. Estabas más que presente, soñada.

Y hoy me despertas, ahorcándome con tu imagen transparente.

Paisaje sonoro

Alto. Detenerse a escuchar el coro de los vientos,

la percusión de grillos y anfibios,

las melodías de los pájaros,

y de ser posible, el constante

mecer de las olas.

Saludarte

Voy a ver como puedo endulzar mi garganta, para saludarte.

Avanzaré dos pasos, y me detendré, justo antes de llegar, a escuchar el ritmo de mi único color.

Estoy buscando un refugio

En una canción,

En la sombra,

Entre almas transparentes,

En una nube,

Y en su cuerpo.

-

Dientes que rechinan.

Puedo sentir la presencia de alguien.

Y un paso delante de mí, el abismo.

Un barco sale a volar,

y dos se hunden, en la distancia.

Desaparecer o ser inmortal.

Danubio celeste, filántropo mágico. Desde la costa donde moran los infantes solemnes, índigos en batalla, se oyen lamentos y gritos de buey enamorado. Las delicias opacan las bellezas de un rey, cuya corona fue dejada sobre la mesa de luz de Catherine. Dentro de la corona dejó asentado en una hoja de papel ocre: “De repente lo que es exquisito, y aparentemente placentero a mis sentidos, no es más que superficialidad extrovertida. Siento en mí la retórica de un idiota que no contiene su mandíbula, la paz abominable y también idiota ese pánico al Silencio.”

Canto a quien no

Rojo hablas, estrellas gimen.
Cuando mi conciencia perdiste,
No hubo amparo, ni reposo.

El trono de mimbre lo dejé
En tu puerta, flotando.
A fuera, niños de pasto
Te cantarán: “Espérame,
Sirena de la libertad”.

Documento 4

Observar como se revuelca en sus tentáculos sigilosos.
Acá no hay un vértice:


Tal vez tampoco hay que regar las flores.

Documento 3

Salgan pronto, voraces imágenes de mi desprestigiada memoria.
Huyan en penas a contar mi derrota, regresen a sus lujurias y colores.


-.

Documento 2

Rápidamente, debo concluir antes de que acabe conmigo aquel rayo de tanto temer. He de saber que no puedo fluir bien, y lejos están los jacintos y los pájaros. No logro el vacío, estoy decepcionado de mi impronta. Lo siento.

Documento 1

Improvistos de un lapso de matices indeterminados, magnitudes clásicas, coloquial idades, dispuesto a comenzar.

Debo surgir, el clima esta idílico al prescindir de tormentas, y tormentos son pocos, solo algunos bastan como para seguir caminando. Son abruptas las paredes de salida pero ruin el desquicio si me quedo, las razones para ascender son siempre imperceptibles. Al menos, pues que seas un ascendido.

“Ofrezco una oportuna calabaza, se consiguió desde lejos”, se dignó a presentarse, como una cortesana de un sueño fantástico, dejando lejos a Heráclito.

Ella en suEspacio

Espacio, tan lejos

Flotando en su carrusel

Gira, desesperada

Su navío sin coronel

Esta sola, quedó sola

El espacio es de ella

Gira y flota, es eterna

Ella, el Espacio y Ella.

Súplica de medianoche

Desaparece fantasma que invade mis noches,

haz humo tu encanto

y límpiame de sombras.

Al pésame de Fernando Peña

Manos celestes

¿Y quién sabe por que capricho

de belleza irracional,

sus manos huelen a perfume?

Mi viaje es inequívoco,

de viajar al país celeste,

donde tal celeste figura gobierna.

CírculoReconstructivo:

- Estoy atado.

- Estoy ansioso.

- Doy vueltas.

- Las palabras se atolondran.

- Mi hermenéutica reconstructiva.

Mujer blanca

pintura: Fernana Kusel

Su cabello se disuelve en el infinito.

Vestido de tiza que le incomoda el movimiento.

Ojos que penetran y te ignoran.

Facciones imperfectas, gloriosas de belleza.

Su impunidad, su majestad, mujer blanca.